Nueva política de privacidad de Google

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Google ha actualizado su política de privacidad

Esto puede tener un gran impacto en tu interacción con internet.

Google ha actualizado su política de privacidad para permitir la utilización de datos públicos en el entrenamiento de IA. La actualización entró en vigencia el 1 de julio de 2023 y se pueden comparar diferentes versiones de la política a través de un enlace publicado en la página de actualizaciones del sitio.

En la última versión, se agregaron los modelos de IA de Google (Bard) y las capacidades de IA en la nube para entrenar servicios utilizando «información disponible públicamente en línea» u «otras fuentes públicas».

Según Gizmodo, ahora Google tiene el derecho de usar prácticamente todo lo que publiques en línea para mejorar sus herramientas de inteligencia artificial.

Para ser directos, la compañía puede leer tus palabras, considerar que le pertenecen y utilizarlas para entrenar un chatbot.

La nueva política de Google afirma que utilizan la información disponible públicamente para mejorar sus servicios y desarrollar nuevos productos, funciones y tecnologías en beneficio de los usuarios y el público en general, como Google Translate, Bard y las capacidades de IA en la nube.

Google solía decir que los datos se utilizarían «para modelos lingüísticos» en lugar de «modelos de IA». Ahora, su política menciona a Bard y Cloud AI, no solo Google Translate.

Esta cláusula es inusual en una política de privacidad. Normalmente, describen cómo una compañía utiliza la información que los usuarios publican en sus propios servicios.

En este caso, Google se reserva el derecho de recopilar y aprovechar datos publicados en cualquier parte de la web pública, como si toda Internet fuera propiedad de la compañía estadounidense, para alimentar su IA.

Es comprensible pensar que ChatGPT o Bard hayan absorbido contenido de tu blog o reseñas que dejaste en Internet hace años. Sin embargo, no está claro si esto es completamente legal.

El problema ya no es quién puede ver la información, sino cómo puede utilizarse. Una de las complicaciones menos obvias en el mundo post ChatGPT es de dónde obtienen su información los chatbots sedientos de datos. Empresas como Google y OpenAI han rastreado gran parte de Internet para saciar sus necesidades robóticas.

Open AI también está enfrentando demandas por infracción de derechos de autor y violaciones de privacidad. Se alega que utilizaron libros con derechos de autor sin permiso para entrenar sus sistemas de IA. Supuestamente copiaron texto ilegalmente sin obtener consentimiento ni otorgar crédito o compensación a los titulares de derechos de autor.

Es probable que en los próximos años los tribunales se enfrenten a cuestiones de derechos de autor que hace un tiempo parecían de ciencia ficción.

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